Especies invasoras en Europa

Las especies introducidas, conocidas también como especies foráneas o no nativas, son especies que viven fuera de su área de distribución nativa, a la que llegó gracias a la actividad humana, directa o indirectamente, de forma deliberada o accidental. Las que se propagan agresivamente y tienen un efecto negativo sustancial en un ecosistema local se clasifican como especies invasoras. Si las especies introducidas permanecen en el ámbito local y no son problemáticas para la biodiversidad, no suelen considerarse como invasoras. Las personas viajan por todo el mundo con gran rapidez y facilidad, y a menudo llevan consigo «invitados», en los barcos, o dentro de palés de madera. Algunas especies invasoras se escapan o se liberan intencionadamente (por ejemplo, de las granjas peleteras, como en el caso del perro mapache).

El problema de las invasiones

Las especies invasoras causan daños ecológicos y medioambientales, y se convierten en una grave amenaza económica. Por desgracia, las actividades humanas y el cambio climático global han aumentado considerablemente el ritmo, la escala y el ámbito geográfico de expansión de estas especies. Todas las especies del mundo tienen su nicho medioambiental y sus hábitats preferidos: algunas están muy especializadas, otras pueden vivir en cualquier parte. Las especies invasoras tienen un gran potencial de adaptación rápida y son fisiológicamente tolerantes a la presión selectiva de las nuevas condiciones ambientales y climáticas, y gracias a esta plasticidad pueden fácilmente no sólo utilizar los nichos pertenecientes a las especies nativas, sino que también pueden cambiarlos (por ejemplo, destruyendo o sustituyendo las fuentes de alimento nativas pueden cambiar la red alimentaria de todo el ecosistema). Además, las actividades humanas, como la agricultura, perturban fuertemente los hábitats e influyen en los patrones de biodiversidad. Por desgracia, muy a menudo las especies invasoras resultan vencedoras cuando se enfrentan a las especies autóctonas.

Por tanto, si no hay depredadores, parásitos o competidores naturales en un nuevo entorno, las especies animales invasoras pueden desarrollar rápidamente grandes tamaños de poblacionales.  Reduciendo la biodiversidad, alterando los hábitats, compitiendo por los recursos limitados con las especies autóctonas e incluso provocando la extinción de plantas y animales autóctonos. Las especies animales invasoras depredan sobre las especies autóctonas, causan o transmiten enfermedades peligrosas e impiden que las especies autóctonas se reproduzcan o matan a las crías de las especies autóctonas. Las especies vegetales invasoras (por ejemplo, el perejil de Sosnowsky) degradan el suelo, lo que provoca la erosión y puede reducir la calidad del agua. También pueden aumentar el riesgo de incendios. Las especies vegetales invasoras desplazan y pueden matar a numerosos árboles y plantas autóctonos que proporcionan sombra, almacenamiento de carbono y hábitat para la fauna autóctona.

¿Qué especies son invasivas en Europa?

En Europa, las especies invasoras de mamíferos son, por ejemplo, el perro mapache Nyctereutes procyonoides, el mapache común Procyon lotor, la rata parda Rattus norvegicus y la rata negra Rattus rattus, el visón americano Neovison vison, el coypú Myocastor coypus, la ardilla gris Sciurus carolinensis la ardilla siberiana Tamias sibiricus, el hurón Mustela putorius furo, el chital Axis axis, la cabra salvaje Capra aegagrus, el ciervo sika Cervus nippon, el asno Equus africanus, o el muntjac de Reeves Muntiacus reevesi.

¿Cómo puede ayudar?

El impacto de las especies invasoras en los ecosistemas naturales y en la economía cuesta miles de millones de Euros cada año. Por ello, es muy importante frenar su propagación. Usted puede ayudar a detener la introducción y propagación de las especies invasoras. ¿Cómo?

  1. Si tienes un jardín, comprueba que  las plantas que tienes no sean invasoras y, si es posible, sustituye las plantas invasoras por alternativas autóctonas.
  2. A todos nos gusta viajar intenta quitar o limpar todas las semillas de tus zapatos y comprueba si algún «invitado» no deseado vuelve a casa contigo.
  3. Intente dejar en origen las plantas, semillas y frutos  antes de cruzar la frontera.
  4. Si tiene un acuario, no libere peces y plantas del acuario en la naturaleza. Por ejemplo, numerosas terrapines (las tortugas de orejas rojas) que ya no se querían encasa fueron liberadas por sus dueños. Desafortunadamente hoy pueden encontrarse en todos los continentes. Esta tortuga está reconocida por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como una de las 100 especies invasoras más peligrosas del mundo.
  5. Informe de las observaciones de especies invasoras. En iMammalia también puedes encontrar los mamíferos invasores.  Compruebe qué institución es responsable de la lucha contra las especies invasoras en su país.

Puede leer más sobre las especies vegetales y animales invasoras y la normativa de la UE aquí:

https://ec.europa.eu/environment/nature/invasivealien/index_en.htm

https://www.cbd.int/invasive/

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